Friday, April 21, 2006

La Seguridad Democrática de Alvaro Uribe Vélez

Fuente: Equipo Nizkor

InformaciónColombia

21 abr 06 - msjes.

Col - Un alto oficial del DAS confirma su estructura de organizacióon criminal especializada en el sentido de la jurisprudencia de Nuremberg.

Yo Acuso, vínculos paramilitares del DAS.
En 2005, en vísperas de Navidad, Rafael Enrique García, ex director de Informática del DAS, se sentía perdido porque la Justicia Penal acababa de llamarlo a juicio como principal responsable de haber borrado de la memoria del organismo los antecedentes de siete narcotraficantes y paramilitares. En la soledad de la fría celda que ocupaba de tiempo atrás en uno de los pabellones de alta seguridad de La Picota, tomó una decisión que ni siquiera consultó con un abogado: comunicar a la Fiscalía que estaba dispuesto a contar la historia no revelada sobre cómo en los últimos tres años los paramilitares se habían tomado el DAS.

Su oferta fue atendida de inmediato. A las 10:24 a.m. del viernes 16 de diciembre, escoltado por guardias del Inpec, García llegó al despacho de un fiscal de la Unidad de Lavado de Activos y Extinción de Dominio, comisionado especialmente para atender la diligencia y le dijo: "Vengo dispuesto, señor fiscal, a ganarme los beneficios contemplados en las normas sobre sentencia anticipada". De ahí en adelante, durante 15 horas y en el transcurso de tres sesiones -16 de diciembre, 7 de febrero y 10 de marzo-, García, bajo juramento, dio las declaraciones más explosivas que haya recibido la Fiscalía desde el tristemente célebre Proceso 8.000.
García aseguró que el entonces director del DAS, Jorge Aurelio Noguera Cote, tenía una relación estrecha con Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40, y reveló que el 10% del valor de los más jugosos contratos de la entidad iba a parar a las arcas del jefe paramilitar. Sus denuncias no se detuvieron ahí. También relató cómo altos funcionarios del DAS habían entregado a las autodefensas de la Costa Atlántica una lista con los nombres de sindicalistas, estudiantes y dirigentes de izquierda que luego fueron asesinados, y confesó haber participado en la preparación de un fraude que contribuyó a elegir a siete congresistas en 2002 y a obtener cerca de 300.000 votos para favorecer a álvaro Uribe.

Noguera y las Auc.
García, uno de los primeros individuos a los que Noguera llamó para vincular al DAS después de su nombramiento en agosto de 2002, les contó a los investigadores que tenía una relación muy cercana y de más de 10 años con Noguera. "Por lo menos dos o tres veces por semana, cuando él llegaba, yo subía a su despacho a tomar capuchino -dijo García-. En esas conversaciones Jorge me contaba todo a mí".

Acto seguido, el testigo aseguró que desde cuando él llegó a la dirección de Informática del DAS, Noguera le hizo saber que su administración colaboraría con los grupos de autodefensa y en particular con los de la Costa Atlántica. "Jorge (Noguera) mantenía contactos con Hernán Giraldo - jefe del frente Resistencia Tayrona-; con David Hernández, 039, -jefe de las autodefensas del Cesar-, y con Jorge 40, que en aquel entonces era el segundo al mando en el bloque Norte - declaró García-. Algunas veces le escuché mencionar a Salvatore Mancuso, pero con este último no se qué relación tenía".

Cuando el fiscal que lo indagaba le preguntó datos precisos sobre estas relaciones, García señaló que en 2003, en la celebración de las Fiestas del Mar en Santa Marta, Noguera subió al lugar de la Sierra Nevada donde hay instaladas unas antenas de la red de televisión nacional para encontrarse con Jorge 40. "Jorge le pidió a Jorge 40. que apoyara al doctor José Fernández de Castro como su candidato a la Gobernación de Magdalena -le dijo García al Fiscal-. La comunicación entre ellos dos se realizaba a través de varios, pero específicamente por medio de álvaro Pupo, quien es familiar de Jorge 40.. Muchas veces vi a este señor en la dirección del DAS, en Paloquemao, para visitar a Jorge".

García también contó que Noguera le filtró a Hernán Giraldo los detalles de la Operación Ciclón que la Fiscalía y la Unidad de Delitos Financieros del DAS iban a adelantar contra él y algunos miembros de su organización. Y además afirmó que Noguera se había molestado mucho porque el detective encargado de esa operación, Sigifredo Fuentes, había viajado a Santa Marta sin contarle y que por eso lo trasladó a Arauca, un destino considerado por los detectives como un castigo. Fuentes no aceptó el traslado y renunció.

Sindicalistas en la mira.
Tras explicar la relación de Noguera con los comandantes paramilitares de la Costa Atlántica, García abrió un nuevo y escalofriante capítulo: la muerte de sindicalistas y dirigentes de izquierda a manos de agentes del DAS y de un grupo de sicarios de las Auc.
García aseguró que a comienzos de 2004 recibió la visita de un amigo que vivía en Riohacha, que le pidió ayuda para identificar al grupo que estaba amenazando a una amiga suya, y que en el curso de las averiguaciones en la sección de Inteligencia descubrió que, en efecto, desde el DAS habían enviado a los paramilitares una lista con los nombres de 24 dirigentes -incluida la mujer- de Sintragricola, Sindeagricultores, Anthoc, Fensuagro y la Confederación General de Trabajadores, CGDT, que adelantaban actividades en Bolívar, Atlántico, Sucre y La Guajira. "Cuando averigé por la forma como esta información se le hacía llegar al bloque Norte de las autodefensas -relató el testigo-, en Inteligencia me dijeron que era entregada por el director Jorge Noguera a Alvaro Pupo con destino a Jorge 40".

Para ampliar su grave denuncia, García dijo que en julio de 2003, por petición de las Auc, Noguera nombró a Rómulo Betancourt en la dirección del DAS en Bolívar, para sacar del camino a quienes señalaba el jefe paramilitar. Según García, en noviembre de 2003, funcionarios del DAS y miembros de las Auc enviados por Jorge 40 asesinaron a Zully Codina Pérez, enfermera del Hospital Central de Santa Marta que pertenecía a la CGDT, seccional Magdalena, y el 17 de septiembre de 2004 dieron muerte en Barranquilla al profesor Alfredo Correa DAndreis. "Me sorprendió mucho el asesinato del profesor Correa puesto que yo había visto el listado antes de esos hechos", dijo García y destacó el hecho de que las muertes coincidieron con la llegada de Giancarlo Auqué de Silvestri a la dirección de Inteligencia del DAS, trasladado temporalmente de la Secretaría General del DAS y muy amigo de Noguera.

En otro aparte de la confesión, García relató que cuando el DAS tuvo información en el sentido de que en Taganga, cerca de Santa Marta, se había conformado una célula del Eln, Noguera le comentó que le había pedido a Gloria Bornacelly, entonces directora seccional, que actuara. "Me dijo que él ya le había dicho a ella que no quería presos -aseguró el testigo-, que lo mejor era darlos de baja".

Tras agotar el tema de las listas enviadas por los paramilitares, García reveló que Noguera les exigía comisión a contratistas del DAS a Cambio de más contratos, y que esos dineros eran entregados a Jorge 40. En la declaración que dio el 10 de marzo, García aseguró que en 2003 se reunió con Francisco Duque Chacón, gerente MT BASE, quien le informó que Noguera le había exigido un porcentaje sobre un contrato que estaba a punto de firmar por 3.000 millones de pesos para el suministro de equipos de comunicación. "Me dijo que él se había comprometido a darle a Jorge Noguera el 10% del contrato", contó García.

El testigo agregó que días más tarde había ido al despacho de Noguera para hablarle sobre el asunto, que éste no negó lo de las comisiones. "En tono coloquial me dijo que había hecho un acuerdo con el gerente de MT BASE y que si yo lo podía ayudar con la recepción de ese dinero - declaró el testigo-. Le dije que era imposible recibir esa suma, puesto que yo no tenía cuentas para tal fin".

Noguera insistió en buscar un mecanismo para desviar el dinero de las comisiones y se le ocurrió usar una cuenta de la esposa de García, Liliana del Castillo Ospino, propietaria de un próspero negocio de compra -venta de ropa y préstamo de dinero-. "Ella accedió a ayudarme por el hecho de ser mi esposa -afirmó García-. Le dije que podíamos aprovechar las cuentas bancarias de sus amigas y fue así como se recibieron sumas de dinero en varias cuentas personales (...) Yo les pedía que retiraran el dinero y luego se lo llevaba a Jorge a su apartamento en la carrera 7 llegando a la calle 100 .

El testigo también sindicó a Auqué de Silvestri, entonces jefe (e) de Inteligencia y Secretario General del DAS, y dijo que se había apropiado de la comisión de un contrato por 3.800 millones de pesos para el suministro de equipos de Inteligencia. "En una ocasión, Jorge muy disgustado me dijo que Giancarlo había hecho su negocio con un contrato de la sala de interceptación por 3.800 millones de pesos - contó García-. Me dijo que Giancarlo se había apropiado de la comisión pese a que él sabía que estos dineros tenían que ser entregados a Jorge 40. Me dijo que si Jorge 40 se enteraba de que ellos estaban apropiándose de dineros producto de las comisiones de contratos, los mataría a ambos (...) Hasta ese momento me vine a enterar del destino final de esos dineros".

Finalmente, García le dijo a la Fiscalía que luego de ser capturado en enero de 2005, recibió un mensaje de Duque, gerente de la firma MT BASE, que le pedía que no lo fuera a delatar. "estaba muy asustado porque Noguera le había manifestado que esos recursos serían para grupos de autodefensa".

El revelador y explosivo testimonio de Rafael García, ex director de Informática del DAS, no sólo confirma las sospechas que de tiempo atrás rondaban entre la opinión con respecto a lo sucedido en el DAS entre 2002 y 2005, sino que además muestran la enorme gravedad de lo que allí ocurría. Si la Fiscalía logra confirmar estas revelaciones, podría convertirse en uno de los más aberrantes casos de infiltración de las organizaciones criminales en una entidad estatal.
Y no en cualquiera. Se trata, justamente, del organismo encargado de velar por la seguridad del Estado, amenazada durante décadas por los grupos armados ilegales. De seguro la Fiscalía y demás entidades de control deben interesarse en este caso -entre ellos el propio DAS, a cuya cabeza está hoy Andrés Peñate, un director con toda la credibilidad-, pues están en la obligación de atar todos los cabos de esta historia y de contarle al país hasta dónde el brazo de la mafia paramilitar penetró al DAS.

El Fraude.
En las declaraciones de Rafael García ante la Fiscalía aparece mencionado Enrique Osorio de la Rosa, a cuyo nombre figuraba una de las cuentas que movieron las comisiones pagadas por MT Base. Se trata de un amigo de colegio que en 2002 trabajaba en la Registraduría de Magdalena quien, según García, se convirtió en aliado clave de un fraude electoral orquestado por Jorge 40 en las elecciones parlamentarias de ese año.

Asegura García que los preparativos del fraude corrieron por cuenta del representante a la Cámara José Gamarra Sierra, quien les dijo a él y a Osorio de la Rosa que debían preparar un programa de computador para consolidar un listado de mesas de votación y nombres de electores en Cesar, La Guajira y Magdalena. " Jorge 40 había distribuido aproximadamente 21 municipios de Magdalena en una especie de distritos electorales -explicó García-. Los municipios del sur del departamento deberían votar por Luis Eduardo Vives al Senado, y por Alfonso Campos Escobar a la Cámara".

En ese pacto electoral, los municipios del centro le fueron asignados a Dieb Maloof, aspirante al Senado, y a Gamarra, que buscaba la Cámara. Los del occidente correspondían a Salomón Saade para Senado, y a Jorge Luis Caballero para la Cámara.

El plan se haría extensivo a La Guajira, para favorecer la aspiración de Jaime Ezpeleta de llegar a la Cámara; a Cesar, para elegir como senadores a álvaro Araújo Castro y a Mauricio Pimiento, y como representantes a Miguel ángel Durán y a Jorge Ramírez, y a Bolívar, para respaldar a William Montes. "En resumen lo que fraguaba era un fraude electoral de proporciones gigantescas -dijo García-. Para esto diseñamos un programa de computador que cargaba el censo electoral con los nombres y listaba las mesas de votación por cualquier criterio. Es decir, por mesa, por puesto, por municipio. El señor José Gamarra facilitó el dinero necesario para todo esto. Se lo entregaba a Enrique Osorio".

La operación continuó cuando el bloque Norte reunió a los registradores de los municipios señalados como objetivo y, bajo presión, los obligó a designar a los jurados que los candidatos escogieran. Los jefes paramilitares les dijeron qué debían hacer para garantizar que los votos de cada municipio correspondieran a los candidatos de Jorge 40 .

Pero García fue más allá y dijo que el fraude también se dio en las elecciones presidenciales. "Para las elecciones presidenciales también se gestó el mismo fraude para garantizar la votación por el candidato álvaro Uribe Vélez -dijo García ante la Fiscalía-. Fue por esto que el doctor Uribe en el único departamento de la Costa en que ganó fue en Magdalena. Se le aportaron aproximadamente 300.000 votos".

Interrogado por el Fiscal sobre individuos que tuvieran conocimiento del fraude, García respondió: "Jorge Noguera, entonces director de la campaña presidencial en Magdalena; Martha Romero Villa, encargada del control electoral y actual subdirectora de la Dirección Nacional de Estupefacientes; Juan Carlos Vives Menotti, coordinador de la campaña en la Costa Atlántica y hoy Director Nacional de Estupefacientes, y Hitler Rousseau Chaverra Ovalle, coordinador de Magdalena y Cesar, y actual Consejero Presidencial para la Juventud".

García afirmó también que en algunas ocasiones los seis candidatos al Congreso respaldados por las Auc en Magdalena se reunieron con Jorge 40en la sede de la campaña uribista. Y frente a la pregunta sobre si el candidato presidencial, álvaro Uribe, estaba enterado, el testigo contestó: "Pues la verdad quien hablaba con el candidato era Jorge Noguera, director de la campaña en Magdalena, y no sé qué tanto podría estar informado el doctor Uribe".

Los juramentos del testigo.
Consultado por Cambio, Hitler Rousseau Chaverra, director del programa presidencial Colombia Joven, explicó que no perteneció a los cuadros de la campaña uribista y que sólo en dos ocasiones viajó a Santa Marta. "No participé en ninguna actividad proselitista. Fui para dar dos charlas académicas abiertas sobre la estructura electoral en Colombia", dijo.

"Recientemente -agregó- acudí a una declaración ante la Fiscalía y expliqué con claridad que nunca fui amigo de Rafael García y que mi relación con él fue puramente institucional cuando me desempeñé, durante siete meses y siete días, como un modesto abogado de la oficina de contratos en el DAS. Me preguntaron qué sabía sobre un movimiento autodenominado La Provincia Unida y dije, porque así es, que jamás supe de su existencia".

Habla Noguera.
Desde su oficina del Consulado de Colombia en Milán, Italia, el ex director del DAS Jorge Noguera, dijo que no responderá a las denuncias de Rafael García y, aunque eludió contestar las preguntas de Cambio, declaró:
"No me importa lo que diga de mí un delincuente como Rafael García".
"García es capaz de vender a la mamá para salirse con la suya. Sus afirmaciones son producto de un cuento viejo".
"Sus palabras deben tener para el país la misma credibilidad que en su momento tuvieron las de Pablo Escobar".
"Desde hace mucho tiempo le he pedido a la Fiscalía que oiga mi declaración para cerrar definitivamente este capítulo".
"Desconfío de los periodistas colombianos porque me han hecho mucho daño. Publiquen lo que quieran".

Los peros al testigo.
Aparte de la inminente condena por haber borrado el pasado criminal de algunos delincuentes, Rafael García está sindicado de lavado de activos. En enero de 2005, agentes del DAS pusieron en su computador un dispositivo denominado `husmeador para monitorear sus correos electrónicos y comprobaron que se comunicaba con varios individuos, incluida una hermana suya en España, con el objeto de organizar el envío e ingreso a Colombia de fuertes cantidades de euros.

García culpó a Ariel Garzón, uno de sus subalternos, y para hacerlo se apoyó en el hecho de que la mayoría de los mensajes le llegaba a éste. Como varios de ellos estaban firmados por su hermana, García le aseguró a la Justicia que no sabía que entre ella y Garzón existiera una relación tan estrecha.

Cuando Garzón fue llevado a indagatoria juró, entre sollozos, que García lo obligaba a ir al aeropuerto Eldorado, con agentes de confianza, para recoger las remesas. "Rafael me amenazaba con que me haría echar dijo-. Yo me ganaba dos millones de pesos, era mi primer trabajo y no quería perderlo".

La Fiscalía también le rastrea varios bienes a García en la Costa Norte. Hay evidencia de que compró un restaurante en Barranquilla y un exclusivo apartamento en otra ciudad, negocio en el que cubrió las arras con un cheque girado por MT BASE, la misma firma que él dice que le pagaba millonarias comisiones al entonces director del DAS con destino a Jorge 40.
[Fuente: Revista Cambio, Bogotá, Col, 02abr06]

El testigo clave.
La primera vez que el nombre de Rafael García salió a la luz pública fue por un escándalo. En septiembre de 2004, se conoció que este hombre, que para esa época se desempeñaba como jefe de informática del DAS, había borrado y modificado las bases de datos y las órdenes de captura de un grupo de narcotraficantes. El 27 de enero de 2005 García fue capturado y acusado de media docena de delitos.
Hoy, 14 meses más tarde, García se ha convertido en el testigo clave para la Fiscalía en una serie de investigaciones que van a destapar escándalos políticos y judiciales de grandes proporciones. Lo que García les ha contado a los fiscales y lo que el organismo investigador ha corroborado genera nuevos interrogantes y confirma acusaciones sobre la administración del anterior director del DAS y hoy cónsul en Milán, Jorge Noguera.

En octubre del año pasado, Noguera renunció en medio de un escándalo provocado por la infiltración de los paramilitares en el principal organismo de inteligencia del Estado.
Semana reveló, en ese entonces, varios episodios que demostraban el grado de involucramiento de los autodefensas en dependencias clave del DAS. A pesar de la gravedad de las denuncias, ninguna implicó directamente a Noguera. Hasta ahora.

Durante los últimos 15 años, García y Noguera eran amigos del alma. Por eso, al ser nombrado Noguera por el presidente álvaro Uribe director del DAS, en agosto de 2002, lo primero que hizo fue llamar a García y pedirle que lo acompañara en su gestión. García, ingeniero de sistemas, fue nombrado jefe de informática, un cargo de alta confianza y gran sensibilidad.

Según las denuncias de Rafael García, los grupos paramilitares tuvieron una activa participación durante la campaña electoral de álvaro Uribe en 2002. Sus afirmaciones coinciden con las que dio a SEMANA hace pocos meses José Gélvez, jefe político del Bloque Resistencia Tayrona
Por su lealtad y cercanía con Noguera, le guardó todos sus secretos. Pero García rompió su silencio en diciembre de 2005, al sentirse traicionado y abandonado por su antiguo jefe. Después de 10 meses en la cárcel, decidió contarle todo a la Fiscalía. No ha cesado de cantar.

Cuenta cómo Noguera lo invitó a participar en la campaña de álvaro Uribe en la Costa Atlántica, en abril de 2001, cuando el hoy Presidente apenas registraba el 2 por ciento en las encuestas. García diseñó el software que permitió llevar la contabilidad para las elecciones de 2002. Confesó que también elaboró un programa de computador para facilitar el fraude electoral que, según él, fue clave para la victoria en primera vuelta de Uribe.

Además, dice haber conocido en detalle los aportes de los grupos paramilitares a la campaña, en particular los del Bloque Norte, liderado por Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. García describe que, desde ese entonces, Noguera y el jefe paramilitar establecieron una estrecha relación. Cita varias reuniones de las cuales fue testigo, incluso después de asumir como director del DAS.

García narra en detalle cómo esa alianza resultó en la creación de escuadrones de la muerte. Cita varios casos específicos de asesinatos de líderes sindicales y profesores universitarios. Este testimonio de García ha ganado credibilidad en la Fiscalía en las últimas semanas.

En una reciente indagatoria, García también explica cómo Noguera y uno de sus hombres de confianza, Giancarlo Auque de Silvestri, ganaron cientos de millones de pesos en contrataciones irregulares de equipos de inteligencia y armamento para el DAS. Auque de Silvestri era el secretario general y salió de la institución a las pocas semanas al asumir el nuevo director, Andrés Peñate.

Son tantas las revelaciones de Rafael García, que la Fiscalía se vio obligada a abrir varias investigaciones separadas. Nadie sabe dónde terminará esta nueva caja de Pandora.
[Fuente: La Semana, Bogotá, Col, 02abr06]

iii) Medellín, una muestra de que el poder paramilitar continúa vigente en varias zonas del país.
"Ha habido desmovilizaciones, pero sigue el paramilitarismo. No han dejado de actuar en algunas regiones", dice secretario de Gobierno de Antioquia.

El funcionario, Jorge Mejía, se refiere a la situación de ese departamento, donde se ha desmovilizado casi la mitad de los 23.346 "paras" que hasta ahora han entregado armas.
El último informe de la Misión de Verificación de la OEA, revelado esta semana, dejó en evidencia que el problema se da en todo el país y que, incluso, algunos bloques dejaron reservas en sus antiguas áreas de influencia.

Y es que los "paras" no se han quedado quietos durante el proceso de paz. Entre el 2002 y el 2005, en pleno cese de hostilidades, la Fuerza Pública abatió a 1.344 y capturó a 2.967. "La extorsión está disparada y las Auc son responsables de al menos uno de cada diez casos denunciados", dice Olga Lucía Gómez, directora de País Libre.

Conservan tanto poder, que para definir las ciudades donde se abrirán salas de Justicia y Paz, el Consejo Superior de la Judicatura tuvo en cuenta qué tan blindadas estaban de las presiones de los que serán procesados.

'Paras' impiden asentamiento de personas en ciudades
Después de dos años y ocho meses de encierro en la cárcel Bellavista por supuesta colaboración con la guerrilla, Eliseo Taborda, Marcos Cuesta y dos vecinos regresaron a vivir a La Honda, una invasión del nororiente de Medellín.

Fue en septiembre pasado. Habían salido limpios de una captura masiva y pensaban que no iban a tener problemas porque los últimos "paras" de la ciudad, del bloque "Héroes de Granada", se habían desmovilizado tres meses antes.

Pero se encontraron con que el presidente de la junta comunal, un reinsertado del "Bloque Catatumbo" de las Auc, les negó el permiso para volver.

Ellos, sin embargo, se instalaron en la invasión. Un mes después mataron a Eliseo. Y luego Marcos murió en un operativo del Ejército que la Personería pidió investigar. Sus familias tuvieron que abandonar los ranchos y convertirse en desplazados dentro de la ciudad.

"Fiesta de mandos medios"
En Puerto Gaitán, donde se desmovilizaron las Autodefensas Campesinas de Meta y Vichada (Acmv), ahora campean las de Pedro Oliveros Guerrero, "Cuchillo", jefe de una de las facciones en las que se dividió el "Bloque Centauros" tras la muerte de Miguel Arroyave.

Allí, según la OEA, un ex jefe "para" "habría vendido una parte de sus armas a un comandante disidente del "Centauros" (probablemente , a "Cuchillo") y ocultado en una caleta otra parte para un grupo de 200 combatientes que nunca se habría desmovilizado".

Oliveros se ha proyectado de tal forma por los Llanos Orientales que en un consejo comunal en San José del Guaviare, en diciembre, el presidente Álvaro Uribe ordenó capturarlo a como dé lugar.
Igual que en Meta, en otras zonas, según una fuente policial, se vive "una fiesta de mandos medios".
Los nuevos grupos se nutren del "reciclaje" de ex combatientes, como ha ocurrido en otros lugares del mundo.

"Muchos reinsertados terminan de nuevo en la guerra o en la criminalidad", dice Eduardo Pizarro, presidente de la Comisión Nacional de Reparación. Eso explicaría por qué algunos ex "Bloque Central Bolívar" aparecieron, hace unos meses, entre los heridos por los combates con las Farc en San José del Palmar (Chocó). Ahora trabajan para las "Acun" (Autodefensas Campesinas Unidas del Norte), un nuevo grupo relacionado con el cartel del Norte del Valle.
Otros modelos.

Además de ejercer como líderes comunales, como en Medellín, están ejerciendo control social. En Cúcuta, por ejemplo, vetan algunas formas de vestir de los jóvenes.

La situación varía de región en región. Jefes como Hernán Giraldo ("Bloque Tayrona"), Ramón Isaza ("Autodefensas del Magdalena Medio") y Eduardo Cifuentes ("Autodefensas de Cundinamarca"), les apostaron a modelos en los que siguen controlando a sus hombres y las poblaciones a través de proyectos productivos. Así, explica el investigador Juan Garzón, de la Fundación Seguridad y Democracia, "conservan una importante cuota de poder económico y político".

En el caso de Giraldo, en la Sierra Nevada de Santa Marta, la influencia en corregimientos como Guachaca es total. Los habitantes de ese pueblo marcharon a Santa Marta para pedir que "El Viejo" pague en la Sierra la pena que le impongan por sus crímenes.

Otros jefes, en cambio, se alejaron de antiguas áreas de influencia y se replegaron a sus lugares de origen. Salvatore Mancuso soltó el Catatumbo, al punto de que varios de sus hombres lo acusan de haberlos dejado a su suerte. Esa fue una de las razones por las que lo relevaron de la vocería de los desmovilizados, que pasó a manos de "Don Berna".

Eso sí, mantiene su poder en Córdoba y Sucre, departamentos que lo vieron nacer al paramilitarismo. En la misma línea, "Ernesto Báez" y "Macaco", jefes del "Central Bolívar", parecen estar más concentrados en sus departamentos (Caldas y Risaralda), donde incluso hay "recomendación" de votar por algunos candidatos. En Caldas, "Baéz" tiene todavía unos 300 "paras". Se debían desmovilizar en diciembre y nunca aparecieron.

Nuevos grupos
Arauca, Caquetá, Nariño, Meta, Putumayo, Norte de Santander y algunas regiones de Antioquia, entre otras, son hoy zonas en disputa. Allí, advierte Eduardo Pizarro, si el Estado no toma medidas a tiempo podrían aparecer "nuevos grupos, mucho más criminales y más mafiosos".

El informe de la OEA señala que en 11 departamentos hay denuncias del surgimiento de 15 organizaciones de "paras", entre grupos nuevos, bandas de reinsertados que volvieron a las andadas y facciones de bloques que le hicieron "conejo" a la desmovilización.

Sin el control real del Estado, la desaparición de los feudos ilegales apenas será un propósito. Y aún está por verse hasta dónde llegarán las investigaciones sobre los nexos de los "paras" con algunos sectores del establecimiento.

"Se han desarticulado las estructuras visibles, pero siguen intactas las políticas y las económicas", señala el analista Garzón. Las denuncias sobre la injerencia de algunos jefes de las Auc en la campaña para el Congreso indican que ese aparato tiene aún plena vigencia.

Por eso, porque desmovilización no equivale a desparamilitarización, en varias regiones la realidad parece darle la razón a "Diego Vecino", jefe del "Héroes de los Montes de María", que alguna vez dijo: "Se acaban las Auc como marca registrada . Pero el paramilitarismo sigue".
En cúcuta prohíben usar "tops"

* En los barrios Brisas del Porvenir, Toledo Plata, Simón Bolívar y Caño Limón, cerca del aeropuerto Camilo Daza, de Cúcuta, hace más de un año que los niños tienen prohibido estar por fuera de sus casas después de las 7 de la noche.

* "No pueden jugar balón de noche porque los ponen a barrer el barrio junto a los padres, por dejarlos salir. Los jóvenes no pueden ponerse aretes porque se los arrancan rompiéndoles las orejas; a las niñas no les dejan usar "tops" (blusas cortas) y sólo dan permiso para fiestas hasta las 12 de la noche", cuenta un vecino del Simón Bolívar.

* Otra habitante del Toledo Plata, en la comuna seis, asegura que los "paras" celan el sector sin uniforme y transitan armados por las calles. Ese control en las comunas populares se sigue sintiendo en varias zonas de Norte de Santander, 14 meses después de la desmovilización de 1.425 hombres del "Bloque Catatumbo".

* Hay varias denuncias por presunta infiltración de la plata de "paras" y "narcos" en la campaña política. Los homicidios en Cúcuta han caído, pero las zonas con más injerencia "para" –las comunas 6, 7 y 8 – pusieron el 40 por ciento de los 433 asesinatos del 2005.
Los resultados del proceso.

* Cuando terminen las desmovilizaciones, en una semana, unos 28 mil "paras" habrán salido del conflicto. Es, de lejos, el desarme más grande realizado en toda la historia del país.

* Los asesinatos en Medellín cayeron a la mitad. El Gobierno dice que la criminalidad en zonas de desarmes bajó un 48 por ciento. Pero en varias regiones se dispararon las muertes selectivas.
* Un número importante de reinsertados se integró a programas como los "Guardavías". La mayoría de ellos, sin embargo, no ha encontrado qué hacer por fuera de la guerra.

Qué dice Restrepo
Nosotros recibimos un país paramilitarizado y lo estamos desparamilitarizando. Nosotros recibimos el producto de una locura histórica que nos llevó al borde del colapso (...) Hemos hecho un esfuerzo enorme y el país ha presenciado el más grande proceso de desarme”.
Luis Carlos Restrepo, comisionado de Paz
[Fuente: El Tiempo, Bogotá, Col, 05mar06]

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