"Mariela, abrázame y protégeme, porque me voy a morir.

"venga esa mano país".

Bernardo Jaramillo, líder asesinado en 1990.

Marzo 22 de 2005
Hace 15 años asesinaron a Bernardo Jaramillo, candidato presidencial de la Unión Patriótica

"Mariela, abrázame y protégeme, porque me voy a morir. Estos h.p. me mataron", le dijo a su compañera el día del atentado.

Hoy, 15 años después, estas palabras siguen retumbado en la mente de Mariela Barragán, quien estaba con Jaramillo en esa mañana del 22 de marzo de 1990, cuando un sicario lo asesinó en Puente Aéreo, en Bogotá.

Ella también recuerda que mientras permanecía en el piso abrazada a su esposo, al lado estaba tirado en posición fetal el pistolero, un joven de 16 años, quien resultó herido.

En la conmemoración del crimen, lo que la familia del inmolado dirigente tiene claro es que el sicario fue asesinado meses después del atentado y que el desaparecido comandante de las Auc, Carlos Castaño, confesó en una publicación haber ordenado el asesinato.

"Cuando mataron a Bernardo, él estaba avanzando en un proyecto para unir a la izquierda. Unos días antes se había reunido con Carlos Pizarro (candidato del M-19, asesinado 24 días después de Jaramillo) en donde se había propuesto la posibilidad de que uno fuera candidato presidencial y el otro presidente del partido de izquierda", contó Barragán, quien hoy es la jefe del Servicio Civil de la alcaldía de Bogotá.

Según la viuda, Jaramillo, nacido en Manizales en 1955, siempre planteó la necesidad de dejar las armas y consolidar el proceso político mediante las vías democráticas.

En esto coincide el analista político León Valencia, quien dice que el ex candidato de la Unión Patriótica fue el pionero de la nueva izquierda, porque planteó la importancia de apartarse de la guerra y señaló que había que buscar los cambios por la vía pacífica.

Valencia agregó que Jaramillo abogó por una izquierda que buscara cambios graduales y que se modernizara. Afilió a la UP a la Internacional Socialista.

Tanto el columnista como Barragán aseguran en que de alguna manera el alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, y el gobernador del Valle, Angelino Garzón, son los herederos de ese proceso de cambio en la izquierda que propuso Jaramillo.

Según la viuda, el dirigente de izquierda era un hombre tolerante, un hombre que creyó en la democracia y que creía que este país se podía transformar a través de la política y no de las armas. "Si viviera sería uno de los líderes de la oposición. Apoyaría un proceso de paz con las autodefensas pero no como el que se realiza ahora", dice.

Aunque hoy se cumplen 15 años de este asesinato, oficialmente no hay nada preparado como acto conmemorativo. Para la próxima semana se ha previsto un acto simbólico para recordar al candidato de "venga esa mano país".